Gran Olivo

Gran Olivo

En los años 80, en un pequeño taller textil, se fabricaban metros y metros de delicado encaje de guipur. Su destino era adornar vestidos de novia, acompañar promesas y sueños. Aquel encaje nupcial fue creado con mimo por manos expertas. Pero el tiempo cambió el rumbo de la industria, y la empresa cerró sus puertas. Entre sus restos, quedaron guardados varios metros de encaje, esperando una nueva oportunidad.

Décadas después, esos hilos volvieron a respirar. Al descubrirlos, me conmovió su historia dormida: estaban pensados para celebrar comienzos, pero nunca llegaron a cumplir su propósito. Decidí entonces darles una segunda vida, fiel al espíritu de upcycling que define mi trabajo. Corté una a una las hojas que me enamoraron, siguiendo su forma natural, y las transformé en un collar único.

El color original dio paso a un tono verde oliva, sereno y profundo, símbolo de renacimiento y equilibrio. El encaje, antes blanco y reservado para un solo día, se convierte ahora en una joya atemporal que puede acompañar todos los días de una mujer libre.

Gran Olivo, guarda la esencia de lo que fue y de lo que puede volver a ser. Es una pieza que conecta pasado y presente: una historia de amor transformada en historia de libertad. De lo nupcial a lo cotidiano, de lo guardado a lo vivido.

Cada hoja conserva la delicadeza del guipur original, pero ahora lleva consigo una fuerza nueva: la de la reinvención. Así, lo que un día nació para vestir un instante, hoy vuelve a brillar como símbolo de una nueva etapa, donde la belleza se redefine a través de la memoria y la sostenibilidad.